En Villabrázaro había muchos árboles frutales, tanto en fincas particulares como en las parcelas del ayuntamiento. En la década de los 50 se plantaron en estas parcelas cuatro o cinco manzanos. Cada vecino podía tener entre dos y tres parcelas, con lo cual, en cada casa podían disfrutar de lo que proporcionaban unos diez o quince manzanos, así que había fruta asegurada hasta bien entrado el invierno. Las había de diferentes clases: reineta, verde doncella, morro de liebre y otras rojas que ahora mismo no sé si eran starky o royal gala.
Recuerdo que viviendo en Madrid, cuando mi abuela venía a pasar el invierno con nosotros, traía a primeros de noviembre unas riquísimas manzanas verde doncella. ¡¡Ays qué ricas!! no las he vuelto a ver tan grandes y gustosas como aquellas :)
A partir de mediados de los 70, arrancaron de forma progresiva los manzanos de las parcelas, imagino que para un mejor aprovechamiento del terreno. También he notado que en las fincas particulares, a día de hoy, hay muchos menos árboles frutales, aunque este verano he podido fotografiar diferentes especies.

Manzano en el camino de los Paleros

Higuera
Higos de cosecha propia, de clase cuello de dama, los mejores y más dulces; son los que se secan y se convierten en los exquisitos higos pasados

Ciruela claudia en el Tamaral

Detalle de la ciruela claudia

Ciruela de tipo calabacilla en el Tamaral

Peral en el camino de Paladinos

Avellano en el Tamaral

Detalle de la avellana

Nogal en el Tamaral

Almendro cerca del monte