De las veces que me he sentado frente al monitor a escribir personalmente en este blog, o codo a codo con mi madre, ésta es seguramente la vez que más me cuesta explicar lo que ha ocurrido.
Me acuerdo de las palabras de Neruda: "Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise..."
El sábado me entero de que han matado a Dorada, la perrita que nos ha llenado de alegría en los veranos, la niña de mis ojos. Hace ya 10 días de este cruel suceso, y apenas he tenido tiempo de asimilarlo.
Eran las 16:10 de la tarde, Dorada acababa de comer y se había tumbado al lado de la casa de sus cuidadores, en la calle Mayor, donde siempre paraba. A las 16:25 salieron Jaime y Dori, y se la encontraron reventada, muerta, destrozada: la había atropellado. Ni un sonido, ni un ruido, ni un testigo, nadie paró.
La perrita estaba preñada, así que acabaron también con la vida de sus futuros cachorros.
En una calle tan ancha, a las 4 de la tarde, en cuesta, donde se debe ir a 20kms/hora, no cabe la posibilidad de accidente, ¿quién no vería ese bulto en el suelo?. Y si por accidente hubiera sido, ¿no sería lo más normal que hubieran parado?. Para mí es un claro acto de salvajismo y barbarie.
No fue algo natural, ni una enfermedad, ni un descuido de la propia perrita, ni una mala pata. No era aún su momento, por estas fechas se cumplían sólo dos años desde que había llegado al pueblo.
No quiero imaginar la clase de gentuza que ha hecho esto, pero desde luego saben que nos han quitado la alegría a todos sus "amos" para mucho, muchísimo tiempo, y que Villabrázaro ya no será lo mismo sin ella.
A los que han cometido este vil acto, a ella o a él, o a ellos, les deseo que les caiga la peor de las maldiciones, y que la justicia divina les haga pagar por lo que han hecho.
Dorada, espero que estés descansando en el paraíso de los perros. No te olvidaremos, pequeñita.
Me acuerdo de las palabras de Neruda: "Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise..."
El sábado me entero de que han matado a Dorada, la perrita que nos ha llenado de alegría en los veranos, la niña de mis ojos. Hace ya 10 días de este cruel suceso, y apenas he tenido tiempo de asimilarlo.
Eran las 16:10 de la tarde, Dorada acababa de comer y se había tumbado al lado de la casa de sus cuidadores, en la calle Mayor, donde siempre paraba. A las 16:25 salieron Jaime y Dori, y se la encontraron reventada, muerta, destrozada: la había atropellado. Ni un sonido, ni un ruido, ni un testigo, nadie paró.
La perrita estaba preñada, así que acabaron también con la vida de sus futuros cachorros.
En una calle tan ancha, a las 4 de la tarde, en cuesta, donde se debe ir a 20kms/hora, no cabe la posibilidad de accidente, ¿quién no vería ese bulto en el suelo?. Y si por accidente hubiera sido, ¿no sería lo más normal que hubieran parado?. Para mí es un claro acto de salvajismo y barbarie.
No fue algo natural, ni una enfermedad, ni un descuido de la propia perrita, ni una mala pata. No era aún su momento, por estas fechas se cumplían sólo dos años desde que había llegado al pueblo.
No quiero imaginar la clase de gentuza que ha hecho esto, pero desde luego saben que nos han quitado la alegría a todos sus "amos" para mucho, muchísimo tiempo, y que Villabrázaro ya no será lo mismo sin ella.
A los que han cometido este vil acto, a ella o a él, o a ellos, les deseo que les caiga la peor de las maldiciones, y que la justicia divina les haga pagar por lo que han hecho.
Dorada, espero que estés descansando en el paraíso de los perros. No te olvidaremos, pequeñita.
Hay cada paisano por ahí... ¡Ufff!
ResponderEliminarSiento lo de vuestra perrita
Gracias Nosfer, a veces es difícil hacer comprender el cariño que se puede llegar a tener a un animalito así, puedes parecer hasta ñoña, pero de verdad que hasta conocer a Dorada no había tratado a diario con un perro, y me doy cuenta de que en ellos está la pureza y muchas cualidades que se echan de menos en otros seres.
ResponderEliminarSiento mucho lo de la perrita Dorada.
ResponderEliminarYa estaba pensando en ella próximo a ir de vacaciones, ya que me hacía mucha compañía en mis caminatas por los campos y pueblos de la comarca.
Ella tambien disfrutaba corriendo detras de algunconejo que levantaba.
Pues sí, Enrique, todos sentimos mucho la muerte de Dorada. Una perra muy cariñosa, que nos acompañaba a todos a los paseos que dábamos por el campo y el río, le gustaba mucho el agua, es verdad, disfrutaba enormemente, la echaremos mucho de menos.
ResponderEliminarQue esperais de un pueblo que ensoga a un ser y le jode hasta matarlo si no es cosas como estas.
ResponderEliminarEso gracias a que lincharon públicamente por Internet a una persona en 2017 por decir que iba a denunciar el maltrato animal, dudo que ya lo hagan
EliminarPobrecilla la perilla ¡y que cabrones los que la atropellaron! Hay mucha gente que no entiende que un perro te puede dar mucho más cariño y alegría que la mayoría de las personas. En mi familia siempre hemos sido muy perreros y cada vez que ha fallecido alguno, nuestros corazones han permanecido largo tiempo de luto. Un beso grande y si existe el cielo de los perros, que Dorada sea muy feliz corretando entre nubes. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, querida Tola, no sabes cómo me emocionan tus palabras a pesar de los años transcurridos. A mí Dorada me daba la vida cada día de esos dos veranos, no me daba pereza hacer nada porque siempre estaba conmigo y me animaba; era buenísima y dulce.
EliminarYa sabía que eres una gran persona, que en tu familia seáis amantes de los perros confirma que tenéis aún más valores que os engrandecen humanamente. Gracias por tus ánimos y hacerme pensar en Dorada correteando entre las nubes.
Un besazo