La fauna ornitológica que puede avistarse en Villabrázaro es amplia y variada. Según la época del año, se pueden observar diferentes tipos de aves por todo el término municipal. Desde las residentes y más comunes, como gorriones, cogujadas, urracas, estorninos, jilgueros o cuervos, a las acuáticas tales como gallinetas o ánades azulones. Asimismo, algunas migradoras y especialmente coloridas, como los abejarucos, habitantes en las riberas de los ríos, y otras que alegran el verano pero que se van en invierno, como las conocidas golondrinas.
Bastantes rapaces, como las águilas calzadas, águilas culebreras, milanos, cernícalos, aguiluchos pálidos, y algunas más extrañas, pues aunque no es su hábitat, se las ha visto sobrevolar los cielos del pueblo, como el alimoche y el buitre leonado, al ir de paso hacia otras tierras.
También especies tradicionalmente cazadas, como las perdices, codornices, palomas y tórtolas, y otras que nos sobrecogen en la noche con su grito lastimero y estridente, como las corujas.
Algunas se ven muy poco en comparación a hace treinta años, como los alcaravanes. Otras, se siguen escuchando sin cesar en el plantío, como los pico picapinos, pájaros carpinteros muy conocidos.
El año pasado anidaron en mi patio, en un arbusto de romero, una pareja de colirrojo tizón. A pesar de la presencia humana, los padres no abandonaron el lugar y se turnaron para sacar a las tres crías adelante. Fue bonito comprobar cómo salieron volando poco a poco, y dejaron de recuerdo el perfecto nido entre las ramas.
Este ha sido un pequeño repaso a algunas especies, e invito a que la gente que tenga alguna anécdota relacionada con este tema, la comente por aquí.
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