ÁNGELA GERAS ALONSO
Desde que tengo uso de razón, allá por mediados de los años 50 del siglo XX, recuerdo que existía la vacada, un servicio comunitario por el cual todos aquellos vecinos que tenían vacas, burros, yeguas o mulos, conducidos por un vaquero, llevaba a las reses y demás animales en buen tiempo, a pastar por los campos de Villabrázaro (Zamora) - España.
Inicialmente, los vaqueros eran personas fijas: el Sr. Agustín García, el Sr. Eleuterio Prieto y el Sr. Sixto Santiago.
Transcurrido el tiempo, se pasó a otro sistema rotatorio. En el tablón del Ayuntamiento, se publicaba una lista de personas que se tenían que ir turnando diariamente para encargarse de la vacada. Cuantos más animales tuvieran, más frecuentemente les tocaba pasar el día cuidando del ganado.
Foto de Juan Jesús Delgado Morán. En ella aparecen a pie, Miguel Santiago, y a caballo, el vaquero Sixto Santiago. Agosto de 1977
A las 10:00h. se tocaban las campanas de la iglesia para que los dueños de las vacas echaran a las mismas hacia el punto de encuentro, que era la Manga. Asombrosamente, el ganado vacuno y equino, solía saber el camino de memoria e iban solos, salvo el caso de alguna cría o res rezagada, que tenía que ser acompañada.
Igualmente, a la vuelta, se volvían a tocar las campanas, alrededor de las 20:30h. para que la gente del pueblo supiera que volvía la vacada. De nuevo, estos seres que pueden parecer un poco tontorrones, demostraban su inteligencia, regresando solos a sus respectivas casas.
Se tocaban las campanas tanto al salir como al llegar la vacada
Las zonas a las que iban los vaqueros con los animales eran:
1. Por la mañana, a la explanada de la derecha de la desembocadura del Reguero.
2. A mediodía, a la explanada antes de llegar al Soto.
3. A partir de las 16:00h. cruzaban el río, a la Manga “La Crella”, que es en la actualidad donde está el Órbigo ensanchado enormemente por la transformación que sufrió al ser excavado para la construcción de la autovía de las Rías Baixas A-52.
De esta manera, todo el ganado estaba en libertad, disfrutando de la naturaleza y comiendo hierba fresca.
Angelines Vega muy sonriente con la vacada en el río Órbigo. Gracias por esta magnífica foto
Cuando iba con mi marido y mis hij@s a pasar la tarde al río Órbigo, a nadar, jugar y entretenernos por allí, veíamos el regreso de la vacada, y teníamos que esperar a que cruzaran el río, pues levantaban una gran polvareda.
Los perros que acompañaban a los cuidadores, se nos acercaban a pedir de nuestra merienda, y mis hij@s les daban parte de sus bocadillos de chorizo ☺
El regreso a veces era complicado, pues el río iba muy crecido y la corriente era difícil de pasar. Los cuidadores se tenían que subir a las yeguas, y las crías tenían que hacer auténticos malabarismos en el agua para que no las arrastrase la corriente.
Al llegar a las casas, se ordeñaban las vacas a mano, y se obtenía una rica leche para el consumo familiar o para su venta particular.
En esta entrada del blog se cuenta en qué consistía:
Muchos de los veraneantes, iban con sus familiares del pueblo, a pasar el día acompañándoles en esta labor. Sus recuerdos son muy agradables, y miran con nostalgia esos años tan divertidos de actividades que no se realizaban en las grandes ciudades.
Esto no es Oklahoma, es Villabrazaro. 16 de agosto de 1977. El día que murió Elvis Presley. En el caballo, Miguel Santigao y una amiga de Neli (hermana de JJ).
Foto de Juan Jesús Delgado, muchas gracias
No sé hasta qué año se mantuvo esta costumbre, pues poco a poco, la gente fue teniendo menos animales, y los que conservaban el ganado vacuno, por ley, les obligaron a sacarlos fuera de la población, e hicieron naves en los alrededores, las cuales permanecen hoy en día.
AGRADECIMIENTOS
Todas las personas que participaron en este hilo en el antiguo grupo de Facebook de Villabrázaro Vivo!
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