En un primer momento, la piedra que se extraía de la cantera iba destinada a la construcción de otros tramos de vía, transportándose en vagonetas. También se llevaba en burros con serones a otras zonas para hacer carreteras. La explotación de la cantera dependía de RENFE, y trabajaban en ella hombres del pueblo; podría haber una media de quince o veinte.
Era una dura tarea, pues aún con la ayuda del barreno, a los hombres les tocaba moler la piedra aporreándola con porrillos (unas mazas especiales). Para protegerse la cara, usaban como unas gafas de alambre, manguitos de piel en los brazos y leguis en las canillas para preservar las piernas. En los pies llevaban albarcas de goma fuerte con tiras, donde metían su calzado normal.
"Picapedreros", de Gustave Courbet (1849)
Como no había techumbre de ningún tipo, cuando llovía, el trabajo se detenía, así como por la noche, pues no había focos.
Las mujeres de la familia de cada cantero llevaban la comida a los sufridos trabajadores.
Al quedar la cantera junto al camino para ir a Benavente, los transeuntes tenían que esperar si había programadas explosiones. Asimismo, al quedar la vía igualmente cercana, el capataz debía calcular los tiempos para que no hubiera ningún estallido de barreno al paso de los trenes.
Esta cantera de la que estoy hablando, estaba situada en el Sierro, y había otra de propiedad privada -dice mi madre que no te dejaban ir-, justo en la pendiente opuesta, al lado del camino de Manganeses.
Aunque la cantera dejó de funcionar a partir aproximadamente de 1955, de vez en cuando algunos hacemos una visita :).
Más información de La Cantera del Peñón en la web de la Asociación Ferroviaria Zamorana
Fotos tomadas en el verano de 2008
Alterpueblos organizó una visita con los niños a la cantera dentro de las actividades "Las mañanas de verano" en 2007